El título de esta entrada viene en relacion con lo que le sucedió ayer a un familiar directo mío en una sala de Urgencias de un Hospital cualquiera de nuestra extensa geografía. Para evitarnos el tener que decir los auténticos nombres de personajes y localizaciones, por eso de que las comparaciones son odiosas, voy a utilizar nombres ficticios.
Supongamos que el paciente se llama «María», y que el Hospital se encuentra en una ciudad de unos 215.00 habitantes, de las que se pueden considerar de tamaño medio; sirva como referencia que Soria tiene unos 90.000 habitantes, y Teruel (la Provincia no la capital), 146.000 habitantes; a esa ciudad de ficción con un par de Hospitales de la Seguridad Social, la vamos a llamar «Burundi», hay no perdón no quería pre-orientar vuestras opiniones, mejor la llamamos «Sudalia», por eso de que se la suda…
Bien, el caso es que María se empieza a encontrarse mal por la mañana, cuando se dirige a su puesto de trabajo; prefiere omitir esas molestias, porque como tiene un horario continuo, piensa que una vez que salga del trabajo podrá acercarse al médico y que la observen correctamente. Como vive en las afueras de «Sudalia», en un pequeño pueblo de unos 35.000 habitantes, a unos escasos 30 Kms., decide ir a visitar al médico de una pequeña clínica privada de su localidad, en ese momento son las 16:25 Hora Zulú. Allí, tras realizarle unas pruebas en no más de 30 minutos le recomiendan que vaya al hospital de referencia en «Sudalia».
Coge a su marido, se monta en el coche, y se encamina a su Hospital de referencia, tal y como le ha indicado el médico de la clínica de su pueblo. Cuando ingresa en el área de Urgencias del hospital de «Sudalia», son las 18:06 H.Z.
Les hacen pasar a unas dependencias abarrotadas de gente de múltiples nacionalidades, Marroquíes, Argelinos, Ecuatorianos, Colombianos, Argentinos, Peruanos, Croatas, Servios, Rumanos, Rusos, Albano-Kosovares, y Españoles, entre otros. Esa multitud de nacionalidades, el olor a humanidad, la mierda extendida por los suelos, las papeleras llenas hasta rebosar, los gritos de los otros pacientes y familiares, así como una megafonía inaudible…., le hicieron pensar que acababa de ingresar en un «campo de refugiados», lo sorprendente es que no había ninguna O.N.G. como Médicos sin Fronteras, ni tampoco se veía a ningún observador internacional enviado por A.C.N.U.R .
Tras una hora de espera, llamaron a María para que pasará a ver al médico encargado de valorar la gravedad o no, del paciente. El médico, era un residente de unos 28 años, por lo que parecía que había sido enviado allí como castigo por novato, para que se foguease con el personal, en lo que debía ser una prometedora carrera dentro del sistema público de salud. Eran las 18:45 H.Z.
El médico pregunta a María cuales son sus síntomas, está responde analíticamente, y le entrega los resultados de las pruebas que le habían realizado, al igual que un informe manuscrito del médico de su pueblo. «Parece que no es nada grave, pero será recomendable hacer nuevas pruebas», dice el Dr. Residente. «Espere fuera a que le llamen». Son las 18:50 H.Z.
19:00 H.Z. El nombre de María resuena por la Sala deEespera, intentado ser oído por encima del murmullo sísmico que acapara la sala, y los pasillos aledaños, manando en ‘in crescendo’ de los ocupantes del espacio. La enfermera hace pasar a María a una sala de unos 2 metros cuadrados al final del pasillo. Allí le hace nuevas pruebas, una de ellas de resultado inmediato; las otras una analítica de sangre, habrá que esperar el resultado del laboratorio, por último, y a modo preventivo, le coge una vía, por si hay que ponerle alguna medicación más adelante. En realidad esto de cogerte una vía, no es más que una forma sutil de detención ilegal, mientras tengas la vía puesta no podrás salir del hospital por mucho que te hagamos esperar… Cuando finaliza su encuentro son las 19:15 H.Z.
A partir de ese momento no se puede hacer nada más que esperar a ser nuevamente llamada, se supone que ya para darle un diagnostico y aplicar un tratamiento. Así que la pobre incauta de María, se va a la sala de espera exterior, pues parece que allí hay mas tranquilidad. «Seguramente la analítica de sangre tardará casi una hora en llegar, y si todo va bien a eso de las 21:00 puede que nos vayamos a casa…», dijo María, la muy inconsciente.
20:15 H.Z., Sigue esperando….
21:15 H.Z. Sigue esperandoooooooooooooooooooooo….
22:15 H.Z. Sigue espeeeeeeeeeerando…., decide interponer una queja formal. Seguramente no servirá para nada, pero que menos que el derecho al pataleo. Lo dicho no sirve para nada, tan solo para que alguien te diga: «Voy un momento a ver si ya están los resultados».
¿3 horas para unos resultados?, han debido mandar la sangre a analizar a los EE.UU., es que allí tienen lo último en tecnología.
23:15 H.Z. Sigue esperando….
00:15 H.Z. Sigue esperando….
01:15 H.Z. ¡¡¡¡SE ME HAN HINCHADO LAS NARICES!!!, María pide nuevamente poner una queja formal, pero esta vez, (recordemos que lleva 7 horas seguidas en ese hospital de «Sudalia», y que en un rato, a eso de las 6:30 H.Z. se tiene que levantar para ir a trabajar) comienza a elevar el tono de voz diciendo que aquello es una vergüenza y totalmente de país subdesarrollado (que ingenua es María, todavía no es consciente de que vive en un país que se las da de avanzado, pero está a la cola de los de su entorno, incluso Portugal, al que tanto miran por encima del hombro los españoles, está mejor)
-¡¡¡QUIERO QUE ALGUIEN ME DE ALGUNA EXPLICACION, YA!!!
-Señora, calmese y no grite, que esto es un hospital, le dice un Guardia de Seguridad
-MENOS MAL, POR UN MOMENTO PENSÉ QUE ERA UN BAR DE ALTERNE, COMO LA GENTE SOLO ESTÁ PASANDO EL RATO, Y UNAS PERSONAS CON BATAS BLANCAS SOLO SE PASEAN DE LADO A LADO, COMO EXHIBIENDOSE…
-Señora, que hay más pacientes, no grite.
-AH, ¿UD. ES CONSCIENTE DE QUE HAY PACIENTES? PERO LO SON POR LA PACIENCIA QUE DEMUESTRAN CON ESTA MIERDA DE SERVICIO.
-Señora, no se lo digo más.
-QUE ME VEA UN MEDICO YA PARA DARME EL ALTA, Y QUE ME QUITEN ESTÁ MIERDA DE VÍA, QUE ME VOY A MI CASA.
01:20 H.Z. Una médico ve a María. Tan solo porque quiere el Alta Voluntaria, no le da ninguna explicación de que le pasa, ni porque la han tenido esperando durante más de 7 horas, evidentemente su caso no era grave, ¿o si?
-Si le va a tocar ahora mismo mujer, tan solo tiene un paciente por delante. Es un detenido que acaba de entrar y tiene prioridad.
-SI QUIERES TE METO 2 HOSTIAS, ME DETIENEN Y ENTONCES ME ATIENDES DE FORMA PRIORITARIA…
En resumen, que tras tirar más de 7 horas y media de su vida, María volvió a su domicilio con los mismos síntomas que le hicieron ir al médico a las 16:15 HZ., sin que le dieran solución alguna.
Después de haber oído la historia de María, puedo llegar a entender casos como el del asesinato de la médico la semana pasada en Moratalla (Murcia), ¡COÑO! la misma región subdesarrollada donde vive María…
P.D: Durante todo el tiempo que transcurrió este suceso, ningún agente de la autoridad se personó en el hospital, y eso que había un Señor mayor, de unos 85 años, que continuamente le decía a todo el mundo qué veia con un teléfono, que llamase a la policía, que le estaban secuestrando unas personas, que seguramente eran sus hijos…
Pobre hombre, en su Alzheimer tenía más razón que cualquiera de los que estaban allí, secuestrados pero sin ser conscientes de ello.
Actualización 14:00 H.Z. 18/3/09
Me gustaría que la gente que lea esta entrada, entienda que este blog, es principalmente humorístico, y que intenta criticar la sociedad en la que vivimos desde el sarcasmo y la ironía.
En esta entrada, como en muchas otras a lo largo del blog se toman hechos reales como base para la confección de las historias, no debiendo ser las mismas entendidas al píe de la letra, ni en lo que respecta a su redacción, ni al hecho de que sucedieran de esa manera.
Lamento si alguien se siente ofendido, pero en ningún momento se intenta hacer apología de la ley del talión, ni mucho menos justificar el lamentable suceso de la semana pasada en Moratalla (Murcia).